Mi tierra
Tópica Ibérica tierra del sur,
Del sur donde se ablanda el cobre
Donde los olivos emergen de olivos
Y los trigos en los trigos se esconden.
Donde la luna es limpia y clara
Como el vino transparente
Que rebosa en una copa
Cuando canta su gente.
Donde el sol asoma su encanto
Y calienta las praderas,
Alumbra Ríos y valles
Caminos y cordilleras.
Sus mezquitas son palacios
De mármol y filigrana
Las guitarras son flamencas
Y el vino, solera en rama.
Cielo azul , sereno, limpio y cristalino
Casas blancas, blancas como la nieve
patios floridos y perfumados
Forman el paisaje y relieve.
Al contraluz, puentes y molinos
Fuentes de porcelana
Adornan los caminos
Al despertar la mañana.
Sueños de amanecer
Amanece, despiertas y suspiras
Comienza de nuevo el invento
De creer en lo que ves
Sin que se lo lleve el viento,
¿ es fragancia del amanecer
O es dulzura y contamina
Lo que se puede soñar
Sin que acabe en rutina?
Son surcos de la razón
Y no agujeros escondidos
Los que salen del corazón
Cuando estamos dormidos,
Tiemblan los que no ven,
De miedo que no de frio,
Los ciegos que menos ven,
No son ciegos cariño mío,
Sal si puedes de la rutina,
Enfréntate conmigo si quieres,
Pero no esperes compasión
De piratas ni mercaderes
Expulsa tu sedosa negación,
Abriendo ventanas a la vida
Y no te escondas en tu interior
Sin tomar antes medida,
Por mucho que duela el olvido,
Por mucho que duela el amor,
No es lo mismo estar dolido
Que morirse de dolor
Romper cadenas al tiempo,
Es tener la voluntad,
De destapar lo escondido
Que el sueño nos quiere ocultar.
Los sueños para eso están,
Para vivirlos con emoción,
Para que duren toda una vida,
Pero los sueños, sueños son.
Los sueños tienen razones,
Que aun despiertos soñamos,
Pero los sueños, solo son sueños
Y al despertar olvidamos.
Cuando no se piensa en nada
Cuando no se piensa en nada
El alma está vacía,
La boca está cerrada.
Abre tu boca campesino,
Lucha por tus derechos,
Que los campos no se cultivan
Sino con sudor y esfuerzos.
Minero de esta mina
Llena de gas y escombro
Suciedad y riqueza
Amargura y polvo,
No llores en la oscuridad
Eleva tu canto al día
Engánchate a la libertad
Escupe tu agonía.
Cuando no se piensa en nada
El alma está vacía,
La boca está cerrada.
Mis tesoros
Ahora sé que estoy solo,
Solo en mi elemento,
Lo digo como lo siento
Y no me escondo del todo.
Pobre del que piensa que,
Sin medidas de lo expuesto,
Mide alto presupuesto
Y se pregunta porque.
Todo se compra o se vende,
Cada cual tiene su vicio,
Que más da si no me entienden,
O entienden lo que no he dicho.
Ayer soñé con la luna,
Y para asegurar mí destino
Quiso dormir conmigo
Para cuidar de mi fortuna.
En el sueño comprendí
El porqué de mis tesoros
Y al despertar conseguí
Desprenderme de todos.
Ahora solo me queda,
La potencia de mi voz,
Tu verdad y tu mentira
Y la hora en mi reloj.
Mi mente
Llena esta mi mente,
De fragmentos e ilusiones,
De tableros degastados
Y oscuros nubarrones,
De grandes, batallas llena,
Llena, de grandes derrotas,
Vacía de especulaciones,
Libre como las gaviotas.
Por la paz
Pido por la paz,
Por mi hermanos americanos,
Por los asiáticos amarillos
Y negritos africanos.
Voto por la libertad
De los pueblos oprimidos,
De los niños sin escuela
Y los campos sin cultivo.
Escribí esta poesía,
Para pedir por la paz,
La paz no se hace rima,
Hay que hacerla realidad.
Amiga
Cuando la voz de la noche
Escuche tu nombre callada,
Sentirás en tu alma un reproche,
Sentimiento puro de alborada,
Entre la luz, asomaran las sombras,
Y formaran figuras amaestradas,
De hadas, fantasmas y espíritus
En blancas cadenas encadenadas.
Y al entrar el día,
Te alegraras de haber dormido
Pues todo a sido un sueño,
Soñado pero vivido.
Mis cuatro abuelos
Mi abuelo José miguel,
Martínez de primero,
Santisteban después.
Mi abuela Fuensanta,
Pelo en moño recogido,
Tenía nombre de santa.
Mi abuela Concepción,
Concha para todos,
Comadrona de profesión.
Mi abuelo Rodolfo,
No le conocí,
De nombre como mi padre.
Epitafio
Aquí yace el cuerpo perdido,
De aquel que en vida fuera,
Mi más preciado amigo.
Por ser, como siempre quiso,
Nunca tomo medida
Y acabo como acaban los locos,
Con la calavera dormida.
Si alguno quiere cantar,
Sobre su tumba, la mía,
Que lo haga como le plazca,
Eso si, con alegría.
Dialogos con la luna
Como la flor en su juventud
Me he dejado querer,
Me han sangrado los labios
Y se ha curtido mi piel.
Nací en la escalera,
Del amigo preocupado
En ganar para su tiempo
el tiempo que había pasado.
He sentido en juventud,
La vejez de mi niñez
Y cuanto más pequeño era
Más quería crecer.
Nunca sentí al trueno
Cantar con alegría,
Pero si he tenido miedo
Al tronar su fantasía.
Hable con la luna un rato
Creyendo que era mujer
Y una estrella plateada
Me convenció para no creer.
Mi cancion
He aprendido a cantar
Canciones sin melodías,
Les falta ritmo y música
Como a la vida, pero son mías.
Canta el canario su cantar,
Pensando en la libertad,
Yo con la misma ilusión,
Canto sin saber cantar.
Cual sonora melodía,
De mi infancia adolescente,
Recuerdos de algunos días
Que me pasan por la mente.
Olores que emanan poderosos
De juguetes plastificados,
De los zapatos de goma
Y sus humildes bordados.
Experiencia es la mía,
Como la tuya, pastora,
Que con las ovejas vi vistes
Y sus olores añoras.
El mendrugo de pan con aceite
El olor a pan tostado
Crujiendo entre los dientes
En alegre y fuerte bocado.
Pensamientos
I
Crece en mi
Una ciega oscuridad
Que asorda mis oídos
Y envejece mi edad.
II
Siempre tras de la luna
O la luna tras de mí,
De pequeño siempre la seguía
O ella me seguía a mi
III
Aquel hombre era
Tan rico y poderoso
Que asustaba con sus bombas
Y resultaba asqueroso.
IV
Entre la flor y la luna
El olivo
Entre tú y yo
El olvido
V
Tengo ganas de soñar
Cosas que aun no he soñado
A veces soñé engañar
Y desperté engañado.
VI
Mas grande es la ilusión
De tenerte a mi lado
Que las nubes del cielo
O las cataratas del lago.
VII
Asignatura de matemáticas,
Examen de religión,
Tu estudiando en tu pupitre
Yo castigado en el rincón.
VIII
Caminado por los montes
De rascacielos y locura
Descubrí tus ojos de gata
Que robaron mi cordura.
IX
Una flor tan grande y roja
Como rojo corazón
Le dijo que si un día
Y acabo con su razón.
X
Siempre me queda la duda,
Ya no sé, lo que pensar,
Si me falta tu amor,
O me sobra libertad.
XI
Era un día tan frio de enero,
Que en casa me encerré,
Encendí el bracero
Y en el sofá me acosté.
XII
Mande una carta a Dios
Y viendo que no contestaba,
Le pregunte al cartero por el
Y me dijo, que Dios no estaba.
XIII
Te escondías tras de las rocas
Escapándote de mí,
Ahora, tú me persigues
Y yo me escondo de ti.
XIV
Yo te quise por amor,
Tú a mí, porque te quiero,
Quisiera quererte mejor,
Eso es lo que más quiero.
XV
Te llenas de fantasía,
De imágenes hermosas,
Eres más reina que las reinas,
Más bonita que las rosas.
XVI
La música es un invento
Tan melódico y sonoro,
Que sin ella no me siento
Y con ella me acaloro.
XVII
Vamos por el mismo camino
Y no nos conocemos,
Como cambiemos de camino
Nos perderemos.
XVIII
Vuelvo pronto a casa
Para poder descansar
Y encuentro al gato y al perro
Dormidos en mi sofá.
XIX
Quise subir al cielo
Sin coger la escalera
Hoy sigo en el suelo
Loco como una regadera.
XX
La palabra del que tiene
De desnudes un desnudo,
Abriga su timidez
Excusándose amenudo.
XXI
Todo su pico era pico
Y aunque mucho lo usaba,
A veces nos asustaba,
Sin pegar un solo grito.
XXII
Se perdió por navidad
Y apareció el seis de enero,
Yo lo vi primero
Luego todos los demás.
XXIII
Aquellos zapatos marrones
De grandes batallas plenos
Llenos de grandes razones
De grandes agujeros llenos.
XXIV
En tu boca, una sonrisa,
Una sonrisa, en tu mirada
De tus manos la caricia,
La caricia más amada.
XXV
Donde estas amigo mío,
Necesito de tu aliento,
Yo se que pasas frio,
Frio desde el sufrimiento.
XXVI
Galopa caballo negro
Por el monte solitario
Y relincha de alegría
Cuando lo hallas cruzado.
XXVII
Un dia en el salvador,
Juanito estaba llorando
Y por las sierras su padre
De guerrillero trabajando.
XXVIII
Era tan rápido y fuerte,
El paso de los carros,
Que el aire que despedían,
Me provocaron un catarro.
XXIX
Cundo pequeño la cigüeña
Trajo a mi hermanito,
Ahora déjate de historias
Que ya soy mayorcito.
XXX
En la guerra o en la paz,
Como en invierno y verano,
El calor aprieta y quema,
El frio es duro y sano.
XXXI
Nunca creas en el amor,
Un día lo encontraras,
Lo tendrás a tu alrededor
Y luego lo perderás.
XXXII
Dos razones tiene la mar
Para desconfiar de los hombres,
Una la matanza de ballenas,
La otra no tiene nombre.
XXXIII
Que poesía podréis oír
Cuando el cantor muera,
Y qué puñetas haré yo,
Cuando mi mujer no quiera.
XXXIV
Siempre dicen lo mismo
Al acabar el telediario,
Buenas noches y hasta mañana,
Concejo extraordinario.
XXXV
Sin rencor me marchare
El día que me llame Ala,
Ala vamos, vámonos
Que no te puedes quedar.
XXXVI
Como sudaba el caballo
Al terminar la carrera,
Como lloraba el jinete
Al ondear de la bandera.
XXXVII
Podrido estas mundo
Con tu falsa cuadrilla,
Con tu triste futuro
Y postiza perilla.
XXXVIII
Campana suena en la campiña,
Trinan pájaros en procesiones,
El perro ladra a mi prima
Y yo no encuentro mis calzones.
XXXIX
Me acosan con su doctrina,
Eso políticos alquilados
Que mienten, sin medicina
Y engañan, bien educados.
XL
Entre el sol y la luna
Nada
Soledad y silencio
Oscuridad quemada.
XLI
El hombre es el animal,
Que nunca ríe al despertarse,
Solo suele acomodar,
Los huesos y estirarse.
XLII
Hacer tiempo
Para llegar tarde,
No es de listos,
Es de cobardes.
XLIII
De manera y forma de moño
Largo, peinado y revuelto,
Era el pelo de mi abuela Fuensanta
Gris, con horquillas, envuelto.
XLIV
Tuve un perro que de pequeño,
Más de una vez se perdió,
A mí me pasaba lo mismo,
Cuando mi perro murió.
L
Cincuenta años y aun me siento
Como si tuviera cuarenta y
Treinta y siete o veinticinco
Y a veces hasta sesenta.
M i nombre
No sé qué le pasa a mi nombre,
No lo llego a comprender,
Que de oculto tiene el pronunciarte,
Que de raro parece el proceder,
Que fuerza o sonido a tronante,
Hace del fiero oído a la escucha,
Que por basto cursi o arrogante,
Aparezca como agua de la ducha,
Ni sencillo, ni conocido, ni delicado,
Al oírte en voz ajena suenas raro,
Pero siempre, como nombre restringido,
Acumulas tu riqueza sin ser caro.
En un lugar de mi infancia
Las casas blancas, formaban
Junto al tintineo agudo del sonido
De las campanas de la iglesia,
Un repiqueteo, de notas pintorescas,
Todo se iniciaba en la plaza mayor
Junto a la estatua quijotesca
Y la fuente de piedra,
A pesar de todo,
Desde lo alto del castillo
Como si fuera un mirador,
Todo el pueblo emergía, majestuoso
Como un recuerdo de la infancia,
Solo el sonido del viento enloquecido
En su mas limpia estampa,
Hacia enmudecer, el murmullo
Clamoroso de los vendimiadores.
Amanecía a tiempo dormido
Y el sofocante calor de días pasados
Hacia sudar, a las raíces
De los campos recién sembrados,
Un profundo olor a vino derramado
Salía de las bodegas al atardecer
Que envinagraba al paseante
y Alegraba su caminar.
El Churro
Aunque flacucho parece
El del Carpio nacido,
No parece un ejemplar a extinguir,
Sino un ejemplar extinguido.
Rudo a veces y arcaico,
Corazón grande y nutrido,
De vena graciosa, romántico,
Simpático Y retorcido.
Servicial y tertuliano,
De quijotesca figura,
Amante de la cerveza,
de elegante finura.
Blanco, como la leche,
Duro como el metal,
Buena persona, transparente
y algo duro de pelar.
Del Sector Sur a Cañero,
Del Higuerón a las Ermitas,
En el Brillante o el Tablero
Siempre con sus maquinitas.
de mediados de siglo y cordobés,
Marques del Carpio y otras cosas,
Así es mi querido churro,
Volátil cual mariposas.
En las Ermitas
Como tú me ves te veras,
Eso dicen en las ermitas,
Las calaveras miradas
Sobre las piedras escritas,
Como te veo yo me vi
Y así sucesivamente
Sigue leyendo la gente
Lo que escribieron allí.
Badienses
Siempre adelante, empujando,
Muchos, los años transcurridos
Y siempre la misma ilusión
Al comenzar los partidos.
Siempre el mismo sabor,
Dulce como la victoria,
Paseando con gran amor
La bandera hacia la gloria
Sois la música que el viento
Nos trae a cada partido,
Melodías con sentimiento,
Espectáculo deportivo,
Blanco como la nieve, blanco
Verde, como verde de pasión
Orgullo y sentimiento
Que salen del corazón.
España
España cabeza de espada
Triste sordera,
Diamante malcriado.
Diamante malcriado.
Península histórica,
De tallo humilde
Y voz sonante.
De espigadas cuestas
Y Mansas llanuras,
De Grandes promesas
Y tristes figuras.
Conquista a conquistadores
Y embelesa con ternura
A los venidos de otros sitios.
Por su brillante armadura.
Cabeza y cuello de Europa,
Dos mares te bañan
Y un océano te toca.
Solo tu España eres
Ibérica andadura,
España tipica y topica ,
piel de toro es tu figura.
A veces la poesia es una salida, que da razon a los sentimientos.
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